La pandemia del CoronaVirus llegó acompañada de un mensaje muy convincente: quédate en casa.
Como una fotografía todo se congeló, las personas dejaron de planear, los motores se apagaron y las fábricas cerraron.
El corona virus llegó con tres preguntas clave:
¿Que va a pasar ahora que no puedo vender en mis tiendas?
¿Que pasará si mi industria pierde relevancia para los demás?
¿Que pasaría si mi principal competidor no fuera una empresa sino el miedo de las personas?
La pandemia me hizo buscar respuestas.
Pero la verdad es que no conozco la verdad.
Tal vez no tenga información porque nunca me importó.
Quizás este hundido en cientos de datos.
A lo mejor tengo la información correcta pero no la entiendo.
O tal vez el tiempo me alcanzó y debo tomar una decisión ahora.
Quizás ya tenga los datos pero mis herramientas estén viejas y oxidadas,
O quizás mis métodos no sean los adecuados
Quizás tenga los datos erróneos.
O tal vez tenga datos correctos pero no sabré leerlos.
Quizás perciba la verdad pero no me permitan acercarme a ella.
O peor aún, un día la conoceré pero no podré revelarla.
El enemigo número 1 de la verdad es el miedo.
El miedo produce “wanna wanna”.
Wanna wanna sucede cuando alguien declara algo como verdad y el grupo asiente sin pelear.
El miedo produce inacción, silencio y complacencia.
El Wanna Wanna sepulta la verdad.
La búsqueda de la verdad se traduce en oportunidades para mi negocio
La verdad ayuda a identificar problemas y minas potenciales.
La búsqueda de la verdad separa el ruido del mensaje.
Como si fuera una vacuna, la verdad, me ayuda a curarme.
La verdad la encontraré en 4 pilares.
El primer fundamental es preguntar “¿qué sucedió?”. Cuáles son los síntomas de mi problema.
Es la pregunta más básica pero la más amenazante.
Preguntar “¿qué es lo que sucede?” a veces es taboo.
Preguntar “¿qué sucede?” es apuntar al problema.
Cuando busco la verdad entonces premio a la curiosidad y cuestiono el status quo.
Si las evidencias construyen casos entonces el nivel más elemental es acceder a la evidencia.
El segundo pilar es preguntar “¿por qué?” y emitir un diagnóstico.
Lo que deseo es averiguar el nombre del demonio para poder exorcisarme.
Lo que busco es discernir una gripa de una neumonía.
Necesito tomar los datos, partirlos, seccionarlos, compararlos y encontrar sus relaciones.
Lo que estoy buscando es el motivo detrás mis datos. Lo que busco es algo diferente.
Luego vendrá la pregunta de las consecuencias.
Esta es la capacidad de ver el futuro. Es ver a dónde voy si continuo mi camino.
Predecir es de lo más difícil, pero siempre podré crear escenarios.
Cuando mis reglas no funcionan la realidad se torna confusa.
No podré ser predictivo si no entiendo mis propias reglas para predecir. Lo que busco es entender cómo y por qué funcionan mis reglas.
El último pilar es preguntar “¿qué debo hacer?”. La prescripción es la toma de decisiónes basado en mi datos y diferentes escenarios. Qué es lo que haré a continuación es lo que importa. Es el poder del futuro pero en estado presente.
Los 4 pilares de la verdad les llamamos niveles de análisis.
“¿Qué sucedió?” significa tener los datos y describir el problema.
“¿Por qué sucedió?” significa discernir y diagnosticar qué es lo que tienes en frente.
“¿Qué sucederá?” sirve para visualizar tus acciones y tener un pensamiento predictivo.
“Lo que debes hacer” es lo que llamamos análisis prescriptivo.
Si quieres ver el futuro trabajarás en tus habilidades: lograrás obtener los datos, transformarás, limpiarás y los prepararás para ser utilizados. El pensamiento crítico y la integración con otras áreas será tu fuerza. La búsqueda de la verdad nos demanda ser más rápidos, observar holísticamente, identificar anomalías, estar conectados, no aislados. Comunicados, no timidos.
No más wanna wanna, no más confusión, sí más claridad y mayor transparencia. En la búsqueda de la verdad las empresas que inviertan en inteligencia se convertirán en alquimistas, en transformadores de datos y muy seguramente descubrirán las respuestas que tanto estaban buscando.